Un agente inteligente es un sistema o programa de inteligencia artificial diseñado para percibir su entorno, procesar la información recibida y tomar decisiones o realizar acciones con el objetivo de cumplir tareas específicas. Estos agentes pueden variar desde simples chatbots hasta robots complejos capaces de interactuar con el mundo real.
Los agentes inteligentes funcionan mediante sensores para captar datos del entorno y actuadores para influir en él. Además, utilizan algoritmos que les permiten razonar, aprender y adaptarse a nuevas situaciones. Por ejemplo, un asistente virtual como Alexa es un agente inteligente que entiende comandos de voz y responde de forma adecuada.
Este concepto es fundamental para el desarrollo de sistemas autónomos, ya que define cómo una máquina puede comportarse de manera proactiva y eficiente para alcanzar objetivos, tanto en entornos digitales como físicos.
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